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| Foto extraida de la hemeroteca digital de "El Mundo Deportivo" |
(Carlos Manuel Pérez)
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Un viejo proverbio chino dicta la siguiente sentencia: “El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. El matemático estadounidense Edward Lorenz, al intentar formularizar el caos, descubrió que su representación gráfica tenía forma de alas de mariposa. Este curioso mundo en el que vivimos parece dar por cierto que el asesinato de un militar afgano de nombre Mir Ali Akbar Kaibar hace un par de años, ha determinado irrevocablemente el hecho que David López Zubero haya ganado la pimera medalla española en una piscina olímpica. Contrariamente a tan detallada teoría vamos a intentar demostrar a través de la siguiente crónica que, este jovencito de 21 años llamado David López Zubero, nacido en Jacksonville (Florida) aunque hijo de un médico oftalmólogo emigrante aragonés, se ha valido de su talento y trabajo para conseguir la mencionada medalla para el equipo español en estos Juegos Olímpicos que se están desarrollando en la capital soviética, antes que del llamado “efecto mariposa”.
David ha conseguido hoy una brillantísima medalla de bronce por detrás del Sueco Pär Arvidsson y del alemán oriental Roger Pyttel. David ya había destacado en el día de ayer en las series y semifinales obteniendo el segundo y tercer mejor tiempo respectivamente, en concreto con 55´47´´ en las semifinales, pero hoy eso era simplemente pasado. David, que acababa de nadar las series de los 4x 200 metros libres en el relevo español, aparecía un poco tenso en la piscina. Todos esperábamos que el absurdo esfuerzo del relevo no le debilitara sus fuerzas ni su concentración. No obstante, el joven se mostraba con muchas esperanzas de conseguir algo importante.
Salió por la calle tres mucho más prudente que en la jornada de ayer, doblando el primer largo de piscina en un tiempo de 26´57´´, setenta y tres centésimas más lento que en las semifinales. El segundo largo de piscina fue apasionante, con muchísima igualdad. Nadie podría haber sido capaz de determinar cuáles iban a ser las posiciones finales. Ni siquiera cuando los nadadores tocaron los controladores del crono se podía saber el orden. En esta ocasión, la ruleta rusa propiciaba nuestro primer éxito olímpico en una piscina, así como la plena alegría en David con un merecidísimo bronce.
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| David medalla en cuello. Foto: El Mundo Deportivo |
Al hilo del inicio de esta crónica, los teóricos están poniendo en duda la credibilidad de esta medalla con el siguiente razonamiento: el asesinato del mencionado militar afgano trajo consigo, hace dos años, el nombramiento del pro-soviético Taraka como Primer Ministro. Hace menos de un año, partidarios del pro-occidental Amin ejecutaron al Primer Ministro; semejante magnicidio llevó a la invasión Soviética de este país de ajetreada historia y, consecuencia de tan lamentable actuación, Jimmy Carter promovió un masivo y vergonzante boicot a estos Juegos Olímpicos moscovita. Con ello, buena parte de los mejores mariposistas, especialmente los estadounidenses, están aquí ausentes y el camino hacia el podio ha estado más fácil que lo hubiera estado de otra manera: puro “efecto mariposa”.
Si nos fijamos en el Mundial de hace dos años en Tokio, los dos primeros clasificados fueron los estadounidenses Bottom y Jagenburg; el tercero, por cierto, fue el ya vigente campeón olímpico, Arvidsson. Los rankings suelen dictar sentencia y, en este caso, parecieran que no son muy favorables a David. En los pasados Trials USA celebrados en Irvine, California, hasta seis nadadores estadounidenses consiguieron mejor marca que David ha conseguido aquí en Moscú (nuevo récord de España), con Paulus y Gribble al frente y con un consiguiente doblete casi cantado que hubiera podido haber sido para el país de las barras y estrellas.
Pero lo que sí es evidente es que para ganar medallas hay que estar y las medallas se reparten entre los que están y sólo estando se pueden ganar. David, tras un grandísimo trabajo ha llegado, ha estado y ha ganado: la historia puede que juzgue con rigor su logro, pero también debería juzgar con magnanimidad su trabajo.
Claro que no es este el único “pero” que se ha encontrado nuestro medallista, porque el hecho de nacer fuera de España también le ha costado algún reproche. Su padre, emigrante en Florida por cuestiones laborales, siempre quiso guardar lazos con España. David nunca tuvo el más mínimo sentimiento distinto al de competir por España, sentimiento inculcado por su padre, un gran amante del deporte. La lista de los pecados capitales patrios es amplia y la envidia es probablemente el que lo encabece pero el bueno de David, pese a todo, ya se ha ganado un puesto en el firmamento de este pobre deporte español. Esta es la primera medalla de España en Moscú, esperemos que nos aguarden muchas más.
100 METROS MARIPOSA MASCULINO | |||
1 | Pär Arvidsson | Suecia | 54´92´´ |
2 | Roger Pyttel | R.D.A. | 54´94´´ |
3 | David López Zubero | España | 55´13´´ |
4 | Kees Vervoorn | Holanda | 55´25´´ |
5 | Evgeni Seredin | Unión Soviética | 55´35´´ |
6 | Gary Abraham | Gran Bretaña | 55´42´´ |
7 | Xavier Savin | Francia | 55´66´´ |
8 | Aleksei Markovski | Unión Soviética | 55´70´´ |
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Fuentes Documentales
http://hemeroteca.elmundodeportivo.es/preview/1980/07/24/pagina-21/1051960/pdf.html?search=mariposahttp://hemeroteca.elmundodeportivo.es/preview/1980/07/24/pagina-1/1051565/pdf.html?search=mariposa
