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EL ASTURIANO ENRIQUE RODRÍGUEZ CAL COLOCA A ESPAÑA EN EL MEDALLERO ALEMÁN TRAS SUFRIR EL ROBO MÁS ESCANDALOSO DE LOS JUEGOS (Boxeo)


 Bronce olímpico para Enrique Rodríguez Cal

(Ángel Vázquez a 8 /9 /1972)
Doce años, doce larguísimos años hemos tardado en conseguir otra medalla olímpica. Algo no funciona en nuestro deporte y mientras el resto de países de la Europa moderna se posicionan con orgullo en el medallero olímpico, nuestra delegación va de fracaso deportivo en fracaso deportivo.

Pero hoy, debemos olvidarnos de lo triste de los resultados y celebrar, por todo lo alto, la consecución de una medalla de bronce para el equipo español, la conseguida por el asturiano Enrique Rodríguez Cal en el marco de la competición de boxeo en categoría mini mosca. 

La ha conseguido a pesar de lo injusto de la decisión arbitral en su combate frente al coreano U-Gil Kim que le ha impedido el pase a una merecidísima final. El español  ha visto como después que dos jueces le dieran como vencedor , otro diera vencedor al coreano y otros dos decidieran nulo el combate, han  resuelto, por falta de unanimidad en la decisión final, vencedor al coreano por una supuesta superior "calidad"; lo nunca visto, lo increiblemente injusto que bien merecería, al menos, una disculpa por parte del Comité Olímpico Internacional ante tan vil robo.

Enrique Rodríguez, con casi 21 años que cumplirá el próximo septiembre y sus 1.48 metros de altura, ha ejecutado un campeonato irreprochable. Mala suerte tenía en el sorteo ya que en primer combate le deparaba un enfrentamiento ante el actual campeón de Europa, el rumano Turei. No se rindió antes de hora Enrique y en un brillante combate se deshacía del púgil de la zona pro-soviética.  El estadounidense Armstrong fue rival más fácil mientras que ante el cubano Carbonell y como el propio Enrique reconocería, muy posiblemente realizó el combate de su vida. Con la medalla asegurada, el que será padre antes de acabar el año (felicidades a su mujer María José que en breve dará a luz) debía decidir el color del metal a colgarse en el cuello en estos trágicos Juegos Olímpicos de Munich 1972. Él, como ya hemos dicho, apostó por el oro, pero fueron otros los que decidieron que debía quedarse con el bronce.

Este magnífico asturiano que está en el mundo del boxeo desde los 12 años, que entró a formar parte del grupo de púgiles de Emilio Valle y Rafael Blanco y que tuvo que derrotar al representante español que así lo fuera en los JJOO de Méjico 1968-Sánchez Escudero- para asegurarse el pase a los de Munich, ha podido gozar, en estos JJOO, de dos de sus más firmes deseos: colgarse la medalla olímpica y disfrutar, como nadie, de una excelente carrera de su ídolo, el también español Mariano Haro, que en la prueba atlética de los 10.000m y después de encabezarla durante prácticamente toda la distancia la ha finiquitado en una más que espléndida 4ª posición.

1972

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Fuentes documentales



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