martes

“¡¡PLATA, PLATA!!” EL GRITO DE FERNANDO CLIMENT DESPEREZA A LA EXPEDICIÓN ESPAÑOLA EN LOS ANGELES. PRIMERA MEDALLA PARA ESPAÑA: PLATA EN REMO EN DOS SIN TIMONEL PESADO (Remo)

Alegría en el podium (Foto: La Vanguardia)
(Carlos Carrasco, Los Ángeles a 5 de Agosto de 1984)
Se habían rebasado los 1500 metros y Luis Lasúrtegui y Fernando Climent marchaban en segunda posición. Los noruegos Grepperud y Loken marchaban terceros y la medalla de plata se desvanecía para ellos como la neblina de Lake Casitas. Los españoles se alejaban. Fernando Climent, apercibido de ello, lanzó ese grito que pasará a la historia del remo español: “¡¡Plata, plata!!”. Y espoleados por este último rugido, los remeros
españoles acabaron paladeando frenéticamente hasta meta como si la barca hubiera sido impulsada por el dulce aliento de la gloria. Al final consiguieron la medalla de plata con un tiempo de 6’48”50, por detrás de los rumanos Iosub y Toma (6’45”34) y por delante de la embarcación noruega (6’51”89).

Son las diez de la mañana en Lake Casitas, a 140 kilómetros de Los Angeles. Luis Lasúrtegui y Fernando Climent nos han dado la primera medalla de los Juegos. La medalla de dos bravos deportistas que han tenido que remar a contracorriente.

Una medalla que nadie esperaba

Luis María Lasúrtegui, nacido en Pasajes de San Juan (Guipúzcoa), llevaba años remando junto a su compañero José Ramón Oyarzábal, pero una bronquitis mal curada del último precipitó la decisión de asignar a otro remero que acompañara a Lasúrtegui en el dos sin timonel pesado a los Juegos de Los Ángeles.

El elegido fue Fernando Climent, remero nacido en Coria del Río (Sevilla) y perteneciente al Club Natació
Banyoles desde muy joven. Sin embargo, Fernando Climent era un remero sobre todo de embarcaciones ligeras y el hecho de que Luis Lasúrtegui pesara veinte kilos más provocaba que la embarcación se decantara hacia el lado del remero sevillano. Fernando Climent, un técnico experto en embarcaciones, puso más resistencia en el remo de Lasúrtegui para compensar la diferencia de volumen. Todo este sacrifico, tanto en el
entrenamiento como en el taller, dio sus frutos y permitió que la pareja vasco-andaluza se compenetrara a un buen nivel en un tiempo récord. De este modo acudieron a Los Ángeles con la esperanza de obtener un metal.

La pareja española consigue dar la campanada

El 2 de agosto consiguieron la clasificación para la final alcanzando un segundo puesto en su semifinal y llegando a la par que la embarcación rumana de Iosub y Toma. En la final de esta mañana esperaban Rumanía, Noruega, RFA, Italia y Estados Unidos. La embarcación española salió desde la calle 5, con la inmensa fortuna de estar al lado de los favoritos: los rumanos (calle 4) y los noruegos (calle 6). Los noruegos, actuales sub- campeones del mundo, eran una referencia inmejorable para que los españoles fueran
remando a nivel de medalla.

La embarcación española dependía más de la técnica que de la fuerza: con un ritmo constante de 35-36 paladas por minuto, en los últimos 500 metros los españoles alcanzaban una media de entre 38 y 40 paladas por minuto. Este frenético rush final de los españoles había de compensar su inevitable mala salida, ya que al inicio la embarcación se decantaría hacia el lado de Fernando Climent debido al mayor peso de Luis Lasúrtegui.

Este guión previo se cumplió a lo largo del recorrido de los 2000 metros. A los 500 metros encabezaba la carrera la pareja rumana Iosub y Toma (1’38”58) y en segunda y tercera posición aparecían noruegos (1’39”10) y españoles (1’40”00) respectivamente. A los 1000 metros el orden de clasificación cambiaría: Rumanía (3’22”26) pasó primera, España (3’23”66) segunda y Noruega (3’23”87) tercera.

Los noruegos, condicionados por una salida en falso, ya no recuperarían la segunda posición en toda la carrera. Al pasar los 1500 metros los españoles ya aventajaban a los noruegos en más de un segundo y los rumanos se alejaban hacia el oro con más de dos segundos de ventaja sobre españoles. Fue entonces cuando la pareja española aumentó el ritmo de paladas y al grito de “¡¡Plata, plata!!” de Fernando Climent, vieron como los noruegos se alejaban y el segundo puesto ya no se les escapó. Quizás si la carrera llega a durar unos metros más hubieran alcanzado a los rumanos. Tal era la voluntad de Lasúrtegui y Climent al final por colgarse la medalla de plata.

Desde Pasaporte a Londres 2012 mostramos nuestra admiración por Luis Lasúrtegui y Fernando Climent. Sus años de trabajo y su esfuerzo en los últimos meses por superar las dificultades han permitido que España consiguiera su primera medalla en los Juegos de Los Ángeles y en la historia del remo español. También queremos felicitar al Club Natació Banyoles porque gran parte de este éxito obtenido se debe a ellos y
a tantos otros clubs y deportistas anónimos que dedican su vida al remo con escasas compensaciones al margen de su satisfacción personal. Por lo menos aquí estamos para contarlo. Gracias a toda la familia del remo español.

 ******************************


 Fuentes documentales:

Hemeroteca de La Vanguardia

No hay comentarios:

Publicar un comentario