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(Montse Coque, Barcelona)
Viernes, 31 de Julio de 1992. Juegos Olímpicos de Barcelona, final de Judo en categoría de -56 Kg. Miriam Blasco y Nicola Fairbrother se disponen a salir al tatami del Palau Blaugrana para la disputa. La vallisoletana, de 28 años y vigente campeona mundial, ha sufrido en las rondas previas con un cuadro muy complicado donde ha batido a la coreana Cheng Sung, la nipona Tateno y a la cubana Gonzales.Tras etiqueta del saludo ceremonial que da paso al inicio del combate, unos primeros minutos y una sucesión de ataques infructuosos por parte de ambas judokas cruzan el meridiano de la pugna.
Justo al borde del tatami, Miriam contra un ataque de Nicola que lleva al suelo a la británica y sube un yuko al marcador, yuko imposible de remontar por mucha insistencia de Fairbrother. Continúa el tiempo y Miriam incluso aprovecha alguna de las brechas para continuar atacando y asegurar la puntuación. Trasncurre el tiempo y por fin el árbitro señala el final del combate; la vallisoletana Miriam Blasco culmina con el sueño de cualquier deportista: ORO OLIMPICO, el primero para España conseguido por una mujer en unos Juegos Olímpicos y de la mano del Judo. La hazaña está hecha y las líneas en el libro de gloria del deporte español se acaban de escribir en oro, quedando para los anales de la gloria olímpica española.
La forja del sueño comenzaba allá por el 88 cuando Sergio Cardell daba ávida cuenta de una joven vallisoletana que, por vez primera, se proclamaba campeona de España en categoría sénior tras lograr innumerables veces el bronce. Pero ese año se hacía con el titulo y algo debió ver el alicantino que confió en Miriam Blasco para este proyecto e incorporó a uno de los mejores psicólogos deportivos del actual panorama deportivo nacional: Josean Arruza. Así con este equipo entusiasta, constancia y un innovador trabajo especializado, en el 91 se lograba nada menos que el título de campeona del Mundo y de Europa.
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Todo indicaba que este era el camino a seguir pero a falta de un mes para los Juegos Olímpicos, el mentor de este sueño, Sergio Cardell, falleció en un accidente de moto. La deportista atravesó momentos durísimos pero permaneció inquebrantable. Quizás esta desgracia sumó un motivo más en la voluntad férrea de Miriam por cumplir el sueño, acrecentarse frente a la dificultad y decidir continuar con los entrenamientos para llegar de la mejor manera a los JJOO. Lo siguiente ya se ha visto, escrito y contado y ni el mejor de los guiones, esta realidad supera a muchas ficciones.
Miriam ha abierto la puerta mas difícil, que es siempre la primera, y la ha dejado entreabierta para todos lo que lleguen después. Esperemos que el patrón de trabajo marcado por este equipo de tres formado por Josean Arruza, Sergio Cardell y Miriam Blasco continúe como modelo base.
Obligada enhorabuena para Miriam por esta medalla y por abrir brecha de medalla olímpica del judo español.
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Notas al margen:
Miriam Blasco hoy ya retirada de la alta competición ha querido compartir recuerdos que el próximo año cumplirán veinte años de aquella tarde de gloria para el judo y para el deporte español
“De Sergio sólo se pueden decir cosas buenas. Era un carácter perfeccionista, muy sincero, decía lo que pensaba y a veces no gustaba. Junto con Josean elaboró un trabajo muy metódico y completo. Aquello era toda una revolución para la época, con circuitos, secuencia de ataques, ataques específicos y yo fui el conejillo de indias. Este sistema de entrenamiento de alta competición luego se lo mostró a gente que luego ha entrenado a Isabel Fernández, Esther San Miguel y Leire Iglesias. Sergio Cardell era un enamorado del Judo y hacia que tú también te apasionases”
Sergio tenía esa cualidad que sólo tienen las personas que ven más allá, esos arquetipos que vislumbran el horizonte con nuevos modos de hacer las cosas, alejados de los convencionalismos imperantes en este deporte y de formas para nada subyugadas a la manera de cómo se estaba haciendo todo. Se formó en Alicante de la mano de José Alberto Valverde, recibió clases del Maestro Lee aquí en España pero también bebió de fuentes que estaban más allá de Pirineos, gente que estaba haciendo Judo y obteniendo éxitos en los tatamis de los grandes campeonatos internacionales. Viajó por Francia, Gran Bretaña, Corea, por toda Europa con el único afán de aprender de los mejores. Sergio era un incansable estudioso de todo lo nuevo y en palabras de José Alberto Valverde su primer maestro e introductor del Judo en Alicante “era una persona con muchas cualidades y un apasionado de este deporte. En el año 77, cuando le dejé, comenzó a entrenar con el Maestro Lee y viajó mucho, tenía muy buena memoria y le gustaba investigar. Cuando tomó contacto con Josean Arruza elaboraron un plan de entrenamiento muy novedoso, se preocupaban de tácticas y estrategias. El primer banco de pruebas, claro está, fue Miriam Blasco y sacaron los mejores resultados posibles. Era una persona muy abierta a todas las posibles influencias, estudiaba a los judokas rusos, a los cubanos. Entre sus alumnos estaban Isabel Fernández, Javier Alonso, Azucena Verde entre otros. Ésta última ha sido la que mejor ha sabido entender el sistema. Sergio era un tipo dedicado al judo al 100%, tenía un fuerte carácter y perseverante, no había nada que le apartase del camino cuando perseguía un objetivo. No ha habido nadie con esa dedicación tan intensa en la materia”.
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